La Parada Cardíaca es una patología extraordinariamente frecuente y que muchas veces infraestimamos. En España ocurren más de 30.000 muertes súbitas al año, unas 100 por día, 1 cada 15 minutos. Equivalente a que se estrellara un avión con 280 pasajeros cada 3 días. De otras emergencias (suicidios, accidentes, ahogamientos, atragantamiento, suicidios, intoxicaciones no voluntarias), 28 muertes al día. En Andalucía 6.200 muertes inesperadas al año, 17 al día y en Málaga 3-4.
Desgraciadamente, las posibilidades de sobrevivir a una parada cardíaca secundaria a una arritmia ventricular, fuera de los hospitales, oscila entre el 5 y el 10%. La reanimación debe empezarse de forma extraordinariamente precoz, por cada minuto que pasa las posibilidades de sobrevivir disminuyen un 10% por lo que al cabo de 10 minutos estas posibilidades son mínimas.
Para mejorar el pronóstico y la atención a la parada cardíaca hay definidas una serie de actuaciones que son vitales y forman parte de lo que se ha definido como cadena de supervivencia. Lo más importante es el comienzo precoz de compresiones torácicas y el poder disponer en el entorno de un Desfibrilador Semiautomático (DEA).